viernes, 18 de junio de 2010

PARO SUSPENDIDO EN LA OROYA

Se veía venir: la población de La Oroya empezó a dividirse, la sociedad civil no podía soportar un día más de paralización, varios comercios empezaron a abrir sus puertas. Conclusión: el paro acatado desde el lunes 14 no daba para más y tuvo que ser suspendido. (En esta ocasión, la estrategia del paro y bloqueo de vías como chantaje, incluso con el costo de la pérdida de vidas humanas, no tuvo los resultados que probablemente esperaban los señores del trío Los Conchanes.)

Aquí las declaraciones del dirigente Royberto Guzmán, en entrevista concedida a Canal N y subida a la red por El Comercio:



Está claro que los trabajadores ven como única salida el reinicio de las operaciones de la empresa Doe Run Perú. Desde el gobierno, el Ministerio de Energía y Minas (MEM) ha lanzado la propuesta de cerrar el complejo metalúrgico de La Oroya, iniciativa que estaría acompañada de un pago de mil nuevos soles a cada trabajador perjudicado, mientras dure un proceso de reconversión laboral.

María Chappuis, ex directora general de Minería, se encargó de precisar, en carta dirigida a La República, que una eventual nacionalización de Doe Run Perú no sería lo más conveniente por las deudas que ha acumulado esta irresponsable empresa:
Esta opción no es la más conveniente porque la empresa está sumamente endeudada y si la asumiera el Estado tendría que pagar las siguientes sumas: US $150 millones a su propietario (figura como deuda de la empresa); US $120 millones a sus proveedores (...). Estas dos acreencias suman US $ 270 millones, cuando con 200 se puede construir una fundición similar pero de última generación, y no la planta subestándar que está a medio construir en La Oroya. No he incluido en esta cuenta la deuda con SUNAT (270), la limpieza ambiental (40), la inversión que falta para concluir la planta subestandar (100), las indemnizaciones de los juicios por daños a la salud de la población y de los trabajadores, que están avanzando en EEUU. Todo esto debe sumar otros 500 millones de dólares.
Chappuis respalda la propuesta del cierre del complejo y que el Estado subvecione con 10 mil dólares a cada trabajador, con el fin de que se puedan reubicar. Esto costaría unos 38 millones de dólares.

El debate, señores, está abierto.

P.d. Imperdible esta Carlincatura que resume quién ha sido el principal beneficiado con los anteriores paros en La Oroya: el multimillonario contaminador Ira Rennert:

Fuente: La República.

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